El Colegio San José, centro privado concertado perteneciente a las Religiosas Franciscanas de la Purísima, fue fundado el 18 de julio de 1900 por la Madre Paula Gil Cano en la calle Paseo Imperial, nº 2, un suburbio madrileño muy próximo a la ribera del río Manzanares. En esta fecha de principios de siglo, la Fundadora llegó a Madrid y arribó a unas de las zonas más desfavorecidas de la capital.
Se encontró con un paisaje lleno de contrastes: por un lado, el magnífico Palacio Real que parecía mirar altivo al horizonte; por otro, y a sus pies, el río Manzanares, cuya ribera estaba plagada de tendederos llenos de ropa, una ropa que las mujeres lavanderas lavaban mientras sus hijos jugaban alegremente por las calles y los campos que existían por aquel entonces.
Madre Paula observó cómo esos niños corrían sin apenas control y sin escolarizar; guiada por su amor a los más necesitados comprendió enseguida que era preciso crear un lugar para acoger a estos niños mientras sus madres trabajaban y fundó el primer Centro. Pero los comienzos fueron muy duros, tan sólo habían pasado seis años cuando el Colegio amenazaba con derrumbarse y hubo que trasladarlo a la calle Algeciras, nº 7, aunque era un poco más pequeño, las Religiosas se las arreglaban para cuidar de “sus niños” con alegría.
Poco a poco, los escolares iban en aumento, era preciso volver a cambiar de lugar para poder acogerlos a todos, aunque siempre se pensó que tendría que estar en la misma zona. En 1907, encontraron el lugar idóneo una calle más abajo, en Moreno Nieto, nº 1; siete años más tarde, las Hermanas Franciscanas adquirieron el edificio en propiedad.
Pero las adversidades no habían terminado, en 1936 el Colegio quedó totalmente destruido, tuvieron que abandonarlo y esperar cinco largos años para poder volver a ver a los niños correr en el patio del Centro. En concreto, en el curso de 1941/42 el organismo oficial de Regiones Devastadas reconstruyó el Colegio y se pudieron impartir algunas clases.
Así fueron pasando los años y, al igual que el barrio iba creciendo y cambiando de aspecto, el Colegio San José intentaba adaptarse a las nuevas necesidades. En la década de los años 60, se construyeron en la zona mil viviendas y, como era lógico, enseguida se intentó dar cabida a los nuevos escolares que acudían cada mañana contentos con sus carteras en la mano.
A partir de los años 1975 el número de alumnos aumentaba considerablemente y, en consecuencia, el Colegio también: se hizo una remodelación y se incrementaron las aulas.
Historia del Centenario
Pero no sólo ha cambiado el aspecto exterior, el Centro a lo largo de sus más de cien años de vida se ha ido adaptando a las exigencias de nuestra sociedad acomodándose a los nuevos Sistemas Educativos, al mismo tiempo que ha ido añadiendo nuevas actividades escolares y extraescolares y servicios.